Ya no importa el clima: siempre es un buen momento para los vinos naranjos y rosados

Durante el verano pandémico vivimos el boom de los vinos rosados y naranjos. Los encontramos en pizzerías, en bares, en rotiserías y, por supuesto, por todas las redes sociales. Buscando más información sobre estos vinos nos acercamos a Sommelier en Bicicleta, una vinoteca generadora de experiencias donde hay dos reglas: conocer y disfrutar los vinos. 

Fernando, uno de los dueños, contó que el proceso de los vinos naranjos no es nuevo. Lo que pasa es que ahora la industria se está orientando a volver a los orígenes, a buscar procesos naturales y minimizar la intervención del hombre. Eso hace que los consumidores lo vuelvan a encontrar, agregó.

Para muchos los rosados son la mejor entrada al vino blanco. Viene el tinto, después el rosado y de a poquito vas empujando y en algún momento te encontrás con el blanco. Para otros el camino es inverso. Muchos quieren saber cómo hacer para llegar a los tintos. Y siempre tenés que empezar de a poco, por ejemplo con un pinot noir, un malbec, para ir escalando hasta el límite que te impone el gusto de tu paladar. 

Los vinos rosados, naranjos y blancos, por una cuestión de equilibrio y potencia, son los mejores para acompañar una tabla de fiambres. Un vino tinto para una picada puede llegar a opacar el peso del vino a los quesos. Entonces un rosado o un naranjo va de primera. 

Dicho esto, vayamos a los recomendados. 

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Chañarmuyo, Syrah – Viogner. Rosado.

Es un vino de La Rioja, un clarete de altura. Este es un corte de Syrah como uva tinta y Viognier como uva blanca. Es muy pálido, un color muy piel de cebolla pero si se fijan en lo aromático tiene peso, tiene sabor. No es dulce, pero tiene una entradita de una punta medio dulzona -eso es el Viognier- y la frescura está reflejada en la acidez del vino.

Este es un vino de altura, los viñedos están a mil setecientos metros. Al tener Syrah y ser de viñedos de esas características puede ser más expresivo. 

Flâneur, single vineyard. Orange Chardonnay sin madera.  

Es un naranjo 100% Chardonnay. Un vino naranjo se hace como si fuera un tinto pero con uvas blancas. Es decir, tiene el proceso del vino tinto, pero utilizando uvas blancas. Se hace un período de maceración del jugo de la uva con sus pieles. Entonces, como no son uvas tintas no adquiere el color del vino tinto. Como son uvas blancas el color que adquiere es anaranjado. De ahí viene el nombre. Es un vino natural, son vinos que intentan tener una baja intervención.

Padrillos de Ernesto Catena 

Está compuesto por dos cepas tintas, Syrah y Pinot Noir. Es un 70% Syrah, 30% Pinot Noir. Este es otro estilo de hacer vinos rosados. El clarete dijimos combinación de uvas blancas con uvas tintas. En este caso, este rosado, que es solo uvas tintas.
Al ser un corte es una maceración corta del jugo con la cepa de la uva, con la piel de la uva, entonces genera este rosado Padrillos de Ernesto Catena.
Por otro lado, teniendo en cuenta que es un vino rosado que se toma frío -y que el frío aplaca los aromas-, puede ser que en la primera olfación no despliegue nada. Después al agitarlo y al ir subiendo la temperatura empieza a despertarse. Es como que lo primero que sale son las notas del Syrah y después al rato empieza a salir la fruta roja, el Pinot Noir que estaba muy escondido ahí abajo.

Matias Morcos, moscatel naranjo

Este vino también tiene paso por barrica. Es un Naranjo con madera. Seis meses, no es mucho, barricas usadas, no es grande el aporte. Es un vino de postre, como almibarado.

De muy aromática nariz, acorde a la variedad. En la boca tiene  una acidez refrescante. Hay textura y fluidez. Desde la etiqueta ya te dice que es un vino distinto de verdad. 

#DatoChelsea: En la presentación de estos vinos los chicos de Sommelier en Bicicleta  hicieron foco en romper con dos ideas bastante instaladas: 

1) La cava no enfría, es para mantener el vino y la heladera es para retocarlo. El vino tiene que estar entre 11 u 12 grados por eso es recomendable unos minutos de refrigeración previos. 

2) Agitar la copa antes de tomar el vino es como ponerle sal a la comida sin haberla probado. Lo óptimo es hacer el ejercicio de olerlo, después si agitarla un poco y ahí se van a poder ver cómo se despiertan de a poquito los aromas típicos del vino, de la uva.

Pueden visitarlos en Gorriti 4901, chusmear su eshop en www.sommelierenbicicleta.com o en Instagram donde van a encontrar no solo del mundo del vino sino también aceites de oliva y charcutería. 

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