Cuando nos contactamos con Silvina Giaganti para pedirle una entrevista nos propusimos no hablar de Tarda en apagarse, su libro de poesía publicado en octubre del 2017, que es un éxito en críticas y ventas y que después de dos años sale en España.
Por eso, mientras puertas adentro labura un nuevo proyecto, decidimos meternos en la banda sonora oficial de su vida para recopilar listas y anécdotas musicales como si fuéramos parte de un texto de Nick Hornby.

Avellaneda, el rojo, tus viejos, tus amigas, son elementos que construyen tu identidad. ¿Qué aporta la música en tu construcción?
La música me acompaña siempre y desde muy chica, desde que escuchaba radio AM a los 8, 9 años; cuando empecé a juntarme con mis amigas y amigos del barrio, a veces más grandes que yo, que me grababan cassettes enteros o compilados. En esa época se escuchaba rock en Sarandí, en los ´80 y ´90, ahora ya no se escucha rock en el barrio. Con el tiempo fui teniendo amigos de otros lugares, por la literatura y por inquietudes culturales más diversas y también fui conociendo otras bandas, otros solistas. Iba mucho a bailar, pero no en plan levante, sino en plan bailar. Música electrónica sobre todo. También fui y voy mucho a recitales, aunque cada vez me cuestan más los que son multitudinarios. La música siempre fue una antena muy ligada a la socialización en mi caso, pero también a la intimidad. Soy curiosa, busco por mi cuenta, pregunto, no escucho necesariamente lo que está de moda, te diría que llego bastante tarde a la moda.
¿En qué momento te diste cuenta de que la música iba a ser un canal que nunca se iba a cerrar?
No hubo un momento, no soy muy consciente de los acontecimientos que me marcan, esa es una interpretación retrospectiva que una le da a experiencia, la tabula, la clasifica. Sí puedo contarte una anécdota. Hubo un momento de mi vida en que tuve una fractura amorosa grande con la persona que más cosas sané en mi vida. Volví a vivir casi un año a la casa de mis padres, me dormía a las 8 de la mañana y me despertaba a las 6, 7 de la tarde. Sentía el cuerpo roto, vacío, sin energía. Me levantaba tarde y vivía de noche para no cruzarme a nadie. En ese viaje de recuperación me acompañaron cuatro discos: Speakerboxx/The Love Below de Outkast; Melody A.M. de Röyksopp; Pocket Symphony de Air y Another Late Night de Zero 7. No solo fueron discos que me acompañaron, sino que formaron parte de la recuperación.
¿Qué experiencias musicales marcaron un antes y un después en vos?
Muchas. La cumbia, en la época de carnavales, a los 8, 9 años, porque bailaba en una comparsa, y después había fiesta toda la noche en el Club Defensores del Monte, ahí en Sarandí y era todo cumbia. A los Wawancó los sigo escuchando por ejemplo, a Gilda y a Rodrigo también. Recitales inolvidables: Erasure en 1990, la primera vez que vinieron y la primera vez que fui a ver una banda extranjera; la presentación de Mujer contra mujer de Sandra Mihanovich y Celeste Carballo en el Teatro Opera – enfrente, en el Rex, Charly presentaba Filosofía barata y Zapatos de goma; Soda Stereo en Vélez presentando Canción Animal; tres rex mix de Soda en el Rex – cuando hicieron los históricos 14 -; Lou Reed en el 96; Nick Cave en el 96, en el Opera y en Ferro; Bowie en Ferro en el 97; Morrissey en el Luna en el 2000; Massive Attack y Thievery Corporation en el 2010 en el Hot Festival; Air en 2010; Bjork en 2012, en el Centro Municipal de Exposiciones y The Cure en River. De los últimos, Tycho, Depeche Mode, Laurie Anderson, Tribalistas. Hubo bandas y solistas que no pude ver pero fueron cruciales como la Velvet Underground, Cocteau Twins, Los Encargados, Nick Drake, EBTG, Joy Division, Leonard Cohen, Paolo Conte, Serge Gainsbourg, Edith Piaf, y un montón más pero es imposible listar a todos.
En tus textos se puede sentir a The Cure, Nick Cave, Leonard Cohen, tu mail es Gemelos Cocteau. ¿Hay alguna banda nacional que haya tenido impacto en vos?
Si claro, la santísima trinidad que fueron Soda, Virus y Babasónicos. Pero también muchas bandas de los noventas, porque si bien vinieron muchas bandas de afuera, los fines de semana iba a ver bandas de acá: Los Visitantes, Dios, Suarez, Pequeña Orquesta Reincidentes, Melero, Los Brujos, Peligrosos Gorriones, Miranda.
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Silvina acaba de publicar Desde el día en que nací, un cuento largo sobre Independiente, Avellaneda y su vida. Ideal para leer mientras escuchas esta lista de Spotify con canciones que eligió.
Foto: Jessica Waizbrot (@wisebrot)