Por: Dino Buzzi (@dino_buzzi)
Este sábado 29 de agosto a las 18 horas Argentina, Tim Burgess, líder de The Charlatans tendrá un capítulo especial de la #timstwitterlisteningparty. ¿Qué es la listening party? Un evento de twitter donde el músico invita a sus seguidores a escuchar discos completos, charlar sobre ellos e interactuar con sus creadores.
¿Por qué es especial la edición de este sábado? Porque no solo se va a hablar de Is This It de los Strokes sino que Tim estará entrevistando en vivo al productor estrella del álbum, Gordon Raphael.
Le pedimos a Dino, un amigo del hotel, que nos deje unas líneas de Is this it, el disco que no pudimos superar y que siempre vamos a volver a escuchar.
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Una Gran Ciudad
Un amigo me decía siempre que el podría que vivir de cualquier modo y trabajar de cualquier cosa, siempre y cuando todo eso se de en una ciudad grande. En las grandes aglomeraciones urbanas, me explicaba, todo nos pertenece un poco, sin importar si somos pobres o ricos, felices o miserables. Entre grandes avenidas, parques, torres, monumentos, mercados y palacios hay una vida posible para todos nosotros, una ecuación interminable que nos permite proyectar cualquier destino.
Is This It es un disco sobre vivir en la gran ciudad. En cualquiera de ellas. Sobre ser más o menos joven, más o menos adulto, y ya capaces administrar una proporción razonable de esperanzas y decepciones camuflados en la multitud. Las letras de Hard to Explain o Trying your Luck podrían tranquilamente ser parte de un monólogo interior en una caminata por una ciudad en la que ya cayó la noche completa, con la oscuridad puntuada por las luces de las ventanas de los edificios y por el fulgor que emiten hacia las veredas los locales que siguen abiertos después del anochecer.
Is this It es un disco de y para los últimos enajenados urbanos a la Simmel, los últimos que vivieron su adolescencia antes de que la era digital y la hiperconectividad llevasen la alienación y el hastío a otros planos.
Local & lo Global
Para cierta franja socio-cultural post 2001, Los Strokes representaron un espejo de referencias que además de ser canchero, era posible: tocaban sus instrumentos con distorsión y displicencia (lo cual los ponía cerca de los modelos rockeros machirulos de los 90 argentinos); se mostraban zaparrastrosos y trasnochados pero sin llegar a maquillar del todo sus comodidades de clase (truco ejecutado a la perfección en el ámbito local por ejemplares adolescentes de la línea CNBA- Corredor Norte- Escuelas privadas porteñas ABC1), y, por encima de todo, hacían algo accesible y al mismo tiempo complejísimo: unos misiles pop disfrazados de rock que puede ejecutar literalmente cualquiera que tenga un dominio básico de un bajo o una guitarra pero que prácticamente nadie pudo copiar; ni siquiera el mismo Casablancas, que a pesar de ser un tipo muy lúcido, se pasó el resto de su vida tratando de escribir canciones como ésas sin demasiado éxito: cualquiera puede tocar Soma o Hard to Explain mirando tablaturas en internet, casi nadie, como pudimos comprobarlo casi 20 años después, puede soñarlas.
Ese primer disco además, le mostraba a los más jóvenes el camino de discos mucho más complejos y valientes respecto a su contexto (Marquee Moon, Funhouse, The VU, etc) y en esa línea es importante destacar que Casablancas y compañía siempre fueron muy abiertos y directos respecto a sus influencias ( hasta pusieron a sus queridos Guided by Voices en un video y todo).
Trying Your Luck
Is this It es un disco esencialmente nostálgico, de esos que mixean magistralmente un sonido bien arriba y un clima de dolencias: un pack completo en baja definición de proto-punk de los 70 que marida perfecto con los amores perdidos, la saudade metropolitana, y las expectativas personales sobrevoladas por nubes grises. Si fuese una película dirían que es una coming-of-age sobre pegarla (o no) de joven y las cicatrices de la comprensión y la extrañeza que vienen en el proceso.
Se podría decir que, como en muchas otras obras debut, en los genes de Is This It está cifrada la historia posterior de la banda: esa nostalgia que no se entendía de dónde venía ( ¿qué puede poner tan triste a un rockero facha, cajetilla y neoyorquino de 18 años?), quizás anticipaba ese viaje sin fin que emprendieron, podemos suponer, apenas después de producir una obra con un peso, un amor, y un sentido que nunca iban a poder replicar.