Seguimos descubriendo documentales de música, hoy elegimos Espíritu inquieto, una película sobre el músico uruguayo Gustavo Pena. Realizado por Matías Guerrero y Eli U, la hija de Pena, fue estrenado en diciembre del año pasado y estuvo de gira durante todo el verano por las playas orientales mostrando más de la vida del músico.
Muchos descubrimos a “El Príncipe” por canciones como Mandolín o Pensamiento de caracol. Después nos vimos metidos en el quilombo que suponía encontrar material suyo publicado en internet. Algo que también le pasó a Matías, que intentó hacer una tesis de grado del músico mientras estudiaba comunicación y quedó metido en un viaje que terminó en este documental.
Tuvimos la oportunidad de hablar con Matías para que nos cuente cómo fue el proceso de ese trabajo y, como bonus, nos adelantó que, cuando termine todo esto, hay planes de estrenarla en Argentina. Mientras tanto, pueden disfrutar Azulejado, un tema inédito de Pena que abre la película y que desde hoy está disponible en Spotify.
¿En qué momento te lanzás y decís “voy a hacer el documental de Gustavo Pena”?
Fue por el año 2011, estaba estudiando y tenía que hacer la tesis final de grado. Era un momento en el que venía escuchando mucho a El Príncipe. Ahí vi que no había material audiovisual más allá de lo que subía Eli U y pensé en hacer un documental como para entregar de tesis. Fue un proyecto que en un principio iba a durar un año y terminó durando unos siete, y no se convirtió en tesis pero sí en un documental mucho más amplio.
Lo primero que hice es hablar con unos amigos que ya estaban en el mundo audiovisual y contactarme con Eli U, que no la conocía en ese momento. Le propuse mi idea, ella aceptó de una y se convirtió en co-directora.
Vos venís del palo de la publicidad, ¿cómo fue armar un equipo audiovisual desde cero?
Al equipo lo armamos con amigos que tampoco tenían tanta experiencia audiovisual. Si bien hoy en día muchos se dedican a esto, en ese momento recién estaban empezando. Alguno tenía una cámara, estaban aprendiendo a filmar y a armar luces. Entonces, fue un poco improvisado y a base de amistad.
¿Cómo consiguieron los recursos para filmarlo?
Recursos nunca tuvimos, fue todo hecho a corazón y esa fue una de las razones por las que llevó tanto tiempo. Recién al final de la película pudimos ganar un fondo que entrega la intendencia de Montevideo que nos permitió pagar algunas cosas para poder terminarla.
¿En qué momento sintieron que ya tenían la película completa?
Estuvo completa cuando dijimos que el pre-estreno era en la sala Zitarrosa. Antes la habíamos visto, nos gustaba, pero estaba esa duda. El pre-estreno fue importante para darnos cuenta de que la película funcionaba del todo. Trabajar en el montaje nos llevó un buen tiempo y sirvió también para cambiar la idea que nosotros teníamos de la película. Porque teníamos un montón de entrevistas hechas pero la realidad es que quedó más que nada material de archivo. Las entrevistas aparecen y sirven para contar pequeñas anécdotas pero el fuerte es el archivo.
¿Qué cosas descubriste de la vida y carrera del Príncipe haciendo el documental?
La cosa más importante que descubrí es la cantidad de obra que tiene compuesta. Porque, antes de meterme en el documental, lo que sabía que había era lo que iba subiendo Eli U y por Creo en Elefantes, el disco que ella había grabado. Pero cuando empezamos la película y empezamos a recorrer la obra, dije “bueno, hay un montón de cosas grabadas e inéditas”. Muchas de esas canciones son parte de la banda sonora de la película, que en unas semanas o meses o dentro de poco van a convertir en dos discos. Uno se va a llamar Lado A y tiene que ver con las canciones grabadas en cassette, con el material analógico. Y después un Lado D, digital, que tiene que ver un poco más con canciones grabadas en otras épocas. Hay muchas versiones que no se conocen y muchos temas inéditos que son increíbles. Hay material para rato del Príncipe.
¿Qué idea o imagen de Gustavo Pena buscan dejar en el espectador?
Haberla hecho utilizando material de archivo permite que cada uno se haga una idea según su propia experiencia con la película. No es que aparece un entrevistado y te dice el Príncipe decía esto o aquello. Uno de los puntos fuertes del documental es que vos a lo largo de la película te podés hacer una propia idea de quién es el Príncipe.