El jardín de las delicias se puso techno

Este viernes en la Casa del Bicentenario (Riobamba 985) se presenta por primera vez en Argentina Hospital Lullabies, una película de la banda Mueran Humanos. Es una experiencia audiovisual singular, en la que el disco se expande visual y conceptualmente. Por esto, Iván Gierasinchuk nos dejó unas líneas sobre su percepción de esta obra. Spoiler alert: no se la pierdan.

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Una visión detallada de las pesadillas de la humanidad y otros seres pasean desde un cuadro antiguo. Eso que “está en clave” nos pone algo paranoicxs al ver la película.

Una obra de un ser demoníaco expresándose desde el paraíso, ¿una forma de mambo negro? ¿Un hecho ritual a las fuerzas de la sombra? Sí, lo es.

De ahí que el cuadro antiguo se recorre por sus ojos, rayos de luz que salen rectos desde sus ojos, rayos blancos que dejan ver en la sombra de cuartos, espacios negros o profundidades de rojo. Bocas de rouge sangrante y muñecas que llaman a pensar que la pesadilla va a continuar por minutos y su única provocación es el baile.

El jardín de las delicias de una humanidad techno, con necesidad de exorcismo y si es bailando cumple su parte milenaria.

Hospital Lullabies es una película, pero se parece más al fuego, una vez encendida hipnotiza y mantiene la mirada sostenida sobre ella, el poder de la llama danzante, solo que esas llamas tienen rostros de humanidad grotescos, morbosos y new wave.

Es lo feo en el mundo clásico, se ve desde la pasión, la muerte y el martirio.

Un apocalipsis, donde el infierno acoge al diablo, acompañado de monstruos y portentos.

Es así, mientras los gritos llegan desde un bafle lejano, grave y profundo, lo feo, lo cómico y lo obsceno se apoderan de la escena.

Una fealdad de mujer entre la antigüedad y el barroco desesperante de la nueva ola. Suma otra visión del demonio en el mundo moderno.

Brujería, satanismo y sadismo.

Una Physica curiosa. Un erotismo estroboscópico, de rojo y negro alto contraste. Sí, caricias con guantes de goma, dura y siliconada.

Ver y sentir la redención romántica de lo feo, lo siniestro. Torres de hierro y torres de marfil agudas, van a por la vanguardia y el triunfo de lo feo. Una fealdad ajena, de lo kitsch y lo camp.

De un recorrido en detalle de los retablos trípticos de Hieronymus Bosch, una flora da a luz a Hospital Lullabies.

Lo feo hoy. Lo bello de mañana.

Mueran Humanos, mueran.

Gracias a la referencia y visión de El jardín de las delicias de Hieronymus Bosch y a La historia de la fealdad a cargo de Umberto Eco, han sido una gran compañía para poder meterme en esta película.

Foto: Facebook Mueran Humanos.

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