Cada vez son más las personas que se vuelcan a un estilo de vida natural. El consumo de bolsones agroecológicos creció, la moda busca ser más sustentable, los artículos reutilizables están en alza. Esta transformación también llegó a la cosmética, que día a día busca responder a las demandas actuales.
Gaba Najmanovich, analista de tendencias, en uno de sus informes comentó que la pandemia puso en frente de la población una idea que no tenía en cuenta: la salud es más frágil de lo que creíamos. Esto hizo que el universo wellness tomara impulso y que cambios que eran solo ganas se transformaron en un hecho.
Pero, ¿de qué se trata la cosmética natural?
Ariadna Romero es maquilladora. Durante 15 años trabajó en el mundo de la tele y la publicidad. La maternidad hizo que se cuestionara sus consumos y eso llevó a que tomara conciencia de los ingredientes que se usan en la cosmética industrial y sus consecuencias en el organismo. A partir de ahí, comenzó a tomar cursos de cosmética natural y a organizar lo que antes era Taller Velvet y hoy es Botane.
Botane, es una tienda física y digital que ofrece una gran oferta de productos de belleza cruelty free. Hacen foco en la atención personalizada, impulsan el diálogo con les clientes y buscan generar una comunidad cada vez más consciente del bienestar personal y del cuidado del planeta.
Hablamos con ella para tener información de primera mano sobre este universo que apela a impulsar el consumo consciente.
Venís de una carrera como maquilladora, ¿cómo llegaste a la cosmética natural?
Llegue a la cosmética natural a través de los alimentos. Ya era una persona que cuidaba lo que consumía pero una vez que fui madre eso se potenció. Es el camino de muchxs, pero una vez que empezas a tomar conciencia de los ingredientes nocivos que se utilizan en la industria alimentaria y cosmética, no hay marcha atrás.
¿Cómo nace la propuesta de Botane?
La propuesta nace de mi propia necesidad. Veía que los pocos productos de cosmética natural que había en el mercado se conseguían en dietéticas, las personas que atendían no sabían recomendarte bien porque no son especializadas en el tema. Me parecía que este tipo de productos tenían que tener un trato especial.
Comercializas marcas de todo el país y en su gran mayoría de mujeres. ¿Te llevó mucho tiempo elegirlas? ¿Fue difícil ese proceso de curaduría?
Me llevo mucho tiempo por varias cuestiones, entre ellas personales. Yo venía de trabajar en publicidad y tv era un gran desafío cambiar el rumbo de mi vida, también porque todavía no estaba tan desarrollada la industria de la cosmética natural. Había pocas marcas y muchas no estaban preparadas para la venta mayorista. El consumidor tampoco estaba preparado, fueron varios años de hablar mucho y vender poco pero me ayudaron a formarme. Tomé diferentes cursos de cosmética natural y también los organice. Me ayudó a conocer a fondo las emprendedoras que estaban detrás de los proyectos más importantes en ese momento y generar relaciones de ida y vuelta, algo que todavía hago y es lo más valioso para mi de mi negocio .
¿Qué le recomendarías a una persona que quiere acercarse a la cosmética natural?
Les recomiendo siempre empezar de a poco e ir reemplazando cada producto. Vas a encontrarte con tantos resultados positivos ¡que no hay marcha atrás!
¿Creés que este cambio de paradigma que apunta a un consumo consciente va a continuar en auge?
Yo creo que sí por eso me dedico a concientizar! Yo me desperté, cambié mi mirada sobre muchísimas cosas, eso cambió mi forma de consumir y las cosas que son valorables para mi ¡Siento que esto recién empieza!
#DatoChelsea: No se pierdan la visita de Male Pichot a Botane.